Las basuras marinas, y más específicamente los plásticos y  microplásticos, uno de los problemas más importantes a los que se enfrenta el medio acuático, es, además, en materia de investigación, una cuestión emergente y relativamente nueva a la que se están dedicando grandes esfuerzos con el propósito de conocer su dimensión, su impacto y determinar las medidas a tomar para combatirlo.

ForoAcui informa de que éste será uno de los temas que abordará la próxima semana en su vigésima primera edición. El objetivo explican desde la organización, es incrementar el conocimiento sobre esta problemática y, a partir de ahí, dar pie al debate y a la reflexión. Lo harán de la mano de Jesús Gago Piñeiro y por partida doble: en la Mesa de Trabajo del IEO y, en el XXX Ciclo Cultivando O Mar.

Jesús Gago,  oceanógrafo químico e investigador del Oceanográfico de Vigo del IEO, lidera una línea de trabajo orientada al estudio de las basuras y microplásticos en el medio marino, y es el encargado en el IEO del descriptor 10 (basura marina) para el proceso de implementación de la Directiva Marco sobre la Estrategia Marina (DMEM).

Será este experto internacional quien, además de explicar las investigaciones que desarrollan desde el IEO en el ámbito de las basuras marinas, plásticos y  microplásticos, pondrá sobre la mesa la dimensión del problema y alentará al debate sobre qué se puede hacer para tratar de atajarlo.  El punto de partida, recuerda Gago, es que los plásticos y microplásticos, que conforman un gran porcentaje de los 10 millones de toneladas de basura que acaban en el mar, y por sus propias características funcionales de resistencia y durabilidad  con periodos de degradación que se estiman en cientos de años, “se acumulan en nuestros mares y costas, suponiendo un riesgo para la vida marina en general”.

Los microplásticos, como explica el investigador, se pueden encontrar en los peces, pero también hay estudios que muestran su presencia en el agua que tomamos, en la cerveza, en la miel… Si bien, añade,” no es menos cierto que, a día de hoy, no hay evidencias científicas que demuestren fehacientemente los efectos potenciales sobre la salud humana de esos plásticos y microplásticos que van a parar al mar”.  “Sí –aclara-, hay un problema de acumulación”. Una vez en el medio marino, se pueden transformar en tóxicos en la medida que acumulan sustancias nocivas (desde metales pesados a contaminantes orgánicos) que acaban por ser transferidos a la cadena trófica” . En todo caso, el mensaje general, apunta, “es que esos plásticos y microplásticos no deberían estar donde están”.

UN PROBLEMA GLOBAL QUE HAY QUE ATAJAR

Jesús Gago considera que en muchas circunstancias al tratar esta problemática, y de forma equivocada se piensa a escala local, “y lo que está claro es que hablamos de un problema global y que, en buena parte, requiere de soluciones transnacionales”. Señala también que no hay una receta única para todos los países y que se hace necesario que cada región adapte esta lucha contra la basura marina a sus propias circunstancias en un contexto global .

Desde su punto de vista, a la hora de tratar de atajar el problema, y en cuanto a los microplásticos se muestra favorable a su prohibición. En el caso de macroplásticos  aboga por mejorar los sistemas de gestión, reciclaje y depósitos.  Dicho lo anterior, afirma, que no se puede considerar el reciclaje como la panacea. “Los plásticos son la parte visible del cambio global. Existe, en general, una dilapidación de recursos que es necesario combatir.  Es necesario cambiar de paradigma, y hacerlo con más información, más concienciación, más divulgación,…  Hay que reducir el consumo de plásticos  y terminar con esa cultura del sobreenvasado, hay que ir un poco más allá en todos los sentidos, hay que reducir, reparar y reusar, luego ya vendrá el reciclaje, pero hasta ahí es mucho lo que se puede hacer por el camino y se está dejando de hacer”, concluye.

Fuente: revista IPAC Acuicultura